Escuela Agropecuaria Coronel Suárez
AtrásLa Escuela de Educación Secundaria Agraria N°1 de Coronel Suárez, comúnmente conocida como la Escuela Agropecuaria, se presenta como una opción educativa con una identidad muy definida. Ubicada en la Avenida del Molino 85, esta institución se especializa en formar a jóvenes con un profundo interés por el ámbito rural y la producción agropecuaria. Su propuesta se aleja de los colegios con bachilleratos tradicionales para centrarse en un aprendizaje eminentemente práctico, una característica que constituye tanto su mayor fortaleza como el origen de algunas de sus complejidades.
Una Propuesta Educativa Centrada en la Práctica
El pilar fundamental de esta escuela es su enfoque de "aprender haciendo". Las opiniones de quienes han pasado por sus aulas frecuentemente destacan la calidad de sus talleres y la oportunidad de obtener un "nuevo aprendizaje de campo". Esta no es una afirmación vacía; la institución cuenta con diversos entornos formativos donde los estudiantes aplican directamente los conocimientos teóricos. Proyectos en áreas como la producción de animales de ciclo corto (reemplazando la antigua denominación de granja), la horticultura, la cunicultura y la apicultura son parte integral del día a día. La jornada extendida, que en muchos casos implica residir en el establecimiento, refuerza esta inmersión total. La vida escolar comienza a las 6 de la mañana y puede extenderse hasta las 18 horas, combinando clases teóricas con un importante componente de trabajo práctico en el campo.
Uno de los proyectos más singulares y ambiciosos de la escuela es el cultivo de trufas. Se trata de la primera trufera del país y la única en el mundo instalada dentro de un centro educativo, un proyecto que se inició en 2008. Aunque ha enfrentado desafíos y falta de apoyo ministerial, el proyecto sigue adelante gracias al esfuerzo de docentes y la colaboración de productores locales, formando a los estudiantes en una especialización de alto valor agregado. Las trufas cosechadas se utilizan en materias como agroalimentos y gestión comercial, cerrando el ciclo productivo y educativo. Este tipo de iniciativas demuestran un compromiso con la innovación y una formación que va más allá de lo convencional.
La Comunidad y el Sentido de Pertenencia
Para muchos de sus alumnos y exalumnos, la Escuela Agropecuaria es más que una institución; es un "segundo hogar". Este fuerte sentido de pertenencia se cultiva a través de la convivencia diaria, especialmente para los estudiantes que viven en la residencia, cuya demanda es alta y a menudo supera la capacidad disponible. El director de la institución la ha descrito como "una gran familia", donde la comunicación con los padres es un pilar para el buen desarrollo de los jóvenes. Esta visión se refleja en el orgullo que la comunidad siente por el prestigio del establecimiento en toda la región, atrayendo a familias de localidades vecinas que buscan una formación sólida y un entorno seguro para sus hijos.
Aspectos Críticos y Desafíos Internos
Sin embargo, la experiencia no es uniformemente positiva para todos. Un análisis equilibrado debe considerar las voces críticas que señalan problemas significativos en el ambiente escolar. Una exalumna que asistió hasta tercer año en 2017, si bien reconoce la calidad de los talleres, advierte sobre aspectos preocupantes del trato interpersonal. Menciona la existencia de "algunos profesores con mal carácter", sugiriendo una heterogeneidad en la calidad y el enfoque pedagógico del cuerpo docente.
El punto más alarmante de su testimonio es una acusación directa hacia la gestión de conflictos: afirma que ante situaciones de acoso escolar o bullying, el equipo directivo "no hará nada". Esta es una denuncia grave que cualquier familia que considere esta institución para sus hijos debe tomar muy en serio. La recomendación final de esta exalumna es contundente: "Ve solo si te encanta el campo y tienes la piel dura". Esta frase encapsula la dualidad de la escuela: una excelente preparación técnica para quienes son resilientes, pero un entorno potencialmente hostil para quienes no lo son. La intensidad de la convivencia en un modelo de jornada extendida o con residencia puede magnificar tanto los lazos positivos como los conflictos, haciendo indispensable una gestión proactiva y eficaz de la dinámica social, área que según este testimonio, presenta fallas importantes.
La Formación Hacia el Futuro
La culminación de los estudios en esta institución otorga un título de Bachiller Agrario, y para quienes completan el séptimo año, el de Técnico Agropecuario. Esta es una de las secundarias técnicas de la región que ofrece una calificación específica y una preparación robusta para el mundo laboral. La formación recibida abre un camino claro hacia la inserción en empresas del sector agroindustrial o para emprender proyectos propios. Además, sienta bases sólidas para aquellos que deseen continuar su formación en el nivel terciario o en universidades, especialmente en carreras como agronomía, veterinaria o ingeniería en alimentos. El enfoque práctico y la disciplina de trabajo adquirida son activos valiosos para la educación superior.
Final
En definitiva, la Escuela Agropecuaria de Coronel Suárez es una institución de contrastes. Por un lado, ofrece una propuesta educativa especializada, práctica e innovadora, con proyectos únicos como la trufera, que es altamente valorada por una parte importante de su comunidad. Genera un fuerte sentido de pertenencia y prepara a los jóvenes con habilidades concretas para su futuro profesional y académico. Por otro lado, enfrenta serios cuestionamientos sobre su ambiente interno, la gestión de la convivencia y la respuesta institucional ante problemas graves como el acoso escolar. La decisión de elegir este colegio requiere una ponderación cuidadosa de sus luces y sombras, recomendando a las familias interesadas un diálogo profundo no solo con la dirección, sino también, de ser posible, con alumnos y egresados para obtener una perspectiva completa de la realidad que se vive en sus aulas y en su campo.