Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires
AtrásEl Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires (COLFARMA) es una entidad de derecho público que ejerce un rol central y, a menudo, controvertido en el sistema de salud bonaerense. Creado en 1945, su mandato incluye el gobierno de la matrícula profesional, la supervisión del cumplimiento de normativas y la defensa de los intereses de sus colegiados. Para los profesionales farmacéuticos, representa una institución de respaldo fundamental; sin embargo, para el público general, la percepción es drásticamente diferente, marcada por experiencias de frustración y sistemas considerados anacrónicos.
Soporte y defensa para el profesional farmacéutico
Desde la perspectiva de sus miembros, el Colegio de Farmacéuticos ofrece un ecosistema de apoyo robusto. Una de las opiniones más positivas proviene de un farmacéutico matriculado, quien destaca la capacidad de la institución para resolver cientos de consultas y proteger a los profesionales en situaciones complejas. Este sentir se alinea con la misión declarada de COLFARMA de potenciar y defender la profesión. La entidad brinda asesoramiento legal, laboral y herramientas para la gestión diaria. Además, juega un papel crucial en la formación continua, un pilar para cualquier egresado de las universidades que busca mantener la excelencia en su campo. A través de programas de certificación, recertificación y cursos de actualización, el Colegio asegura que sus miembros mantengan altos estándares de calidad, lo que se considera una extensión vital de la educación terciaria. El Colegio también lidera iniciativas importantes como la Red Provincial de Vigilancia Farmacéutica, integrada al sistema de ANMAT, y una oficina de denuncias que combate activamente la venta ilegal de medicamentos, un problema grave que pone en riesgo la salud pública.
El lado conflictivo: la experiencia del ciudadano
A pesar de su rol positivo para los profesionales, la imagen del Colegio se ve empañada por una serie de críticas recurrentes por parte de los ciudadanos. Los problemas señalados no son menores y apuntan a fallas estructurales en la comunicación y en sistemas clave que la entidad regula.
Comunicación y atención al público: una cuenta pendiente
Una de las quejas más graves se refiere a la deficiente atención al público. Existen testimonios de usuarios que denuncian una comunicación prácticamente nula, con teléfonos que no son atendidos y personal que interrumpe las llamadas. Esta falta de respuesta genera una enorme frustración, especialmente para quienes intentan resolver problemas urgentes, llevando a algunos a calificar la gestión como una "estafa". Esta percepción de abandono contrasta fuertemente con la imagen de una institución al servicio de la comunidad, creando una barrera de desconfianza difícil de superar.
El sistema de farmacias de turno: ¿obsoleto e ineficaz?
El punto más álgido de las críticas es, sin duda, el sistema de farmacias de turno. Múltiples usuarios lo describen como "obsoleto", ineficiente y poco práctico. Las quejas van desde tener que recorrer largas distancias en medio de la noche o en condiciones climáticas adversas, hasta la alarmante situación de encontrar la farmacia de turno designada cerrada. Esta falta de fiabilidad en un servicio de emergencia es inaceptable para muchos, quienes argumentan que el sistema actual los deja desprotegidos. La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) ha reconocido que existe una confusión generalizada sobre el rol de las farmacias de turno, lo que sugiere un problema de comunicación y expectativas a nivel nacional. Este descontento ha reavivado el debate sobre la Ley Provincial 10.606, que regula la habilitación y distribución de farmacias. Esta ley, que restringe la propiedad de farmacias a profesionales y ciertos tipos de sociedades, ha impedido la entrada de grandes cadenas como Farmacity, una medida que, según la Corte Suprema, busca garantizar la independencia profesional pero que, a ojos del público, limita la competencia y la disponibilidad de servicios.
La transición digital: un camino con obstáculos
La adaptación a las nuevas tecnologías es otro frente de conflicto. La implementación de la receta electrónica en la provincia de Buenos Aires ha sido un proceso lleno de inconsistencias. Ciudadanos han reportado la frustrante experiencia de recorrer múltiples farmacias porque muchas no aceptaban las órdenes en formato digital, a pesar de que la normativa avanzaba en esa dirección. Esta falta de uniformidad en la aceptación de recetas digitales demuestra una brecha entre la política sanitaria y su implementación práctica en el mostrador. Si bien el Colegio ha aclarado que en la provincia coexisten ambos formatos (papel y digital), para el paciente esta dualidad se traduce en incertidumbre y pérdida de tiempo. Es un desafío que impacta directamente en la calidad del servicio y muestra la dificultad de coordinar a miles de farmacias bajo un estándar tecnológico unificado.
Un balance complejo: entre la regulación y la satisfacción del cliente
El Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires se encuentra en una encrucijada. Por un lado, cumple funciones esenciales de regulación, formación y defensa profesional que son vitales para mantener la calidad del servicio farmacéutico. Es la institución que acompaña al profesional desde que egresa de las universidades y a lo largo de toda su carrera. A diferencia de otros colegios profesionales, su influencia en la vida cotidiana de las personas es directa y constante. Sin embargo, las críticas provenientes del público no pueden ser ignoradas. La percepción de una burocracia inaccesible, un sistema de turnos que no responde a las necesidades actuales y una lenta adaptación tecnológica erosionan la confianza pública. Para los jóvenes que terminan sus estudios en secundarias y evalúan una carrera en salud, entender la dinámica de estos organismos reguladores es tan importante como la formación académica. El desafío para COLFARMA es modernizar sus sistemas de cara al público, mejorar drásticamente sus canales de comunicación y encontrar un equilibrio entre la protección de sus matriculados y la prestación de un servicio ágil, confiable y accesible para todos los habitantes de la provincia.